El artículo 3° constitucional, reformado en 2013, reconoce la educación de calidad como un derecho humano que deberá cumplir con los cuatro principios de los derechos humanos: universalidad, indivisibilidad, interdependencia y progresividad ¿Progresividad? En medio de la pandemia provocada por Covid-19, aislados en casa, las clases Online y entrega de actividades en diversas plataformas nos hace mantener un ritmo continuo de estudio a algunos pero más de la mitad no lo miran de este modo ya sea por carecer de aparatos electrónicos e internet y lo peor, alumnos de escuelas públicas desarrollándose en un seno familiar en el que la educación está estática por el mero conformismo de creer que una cuarentena es un tiempo de “vacaciones” Motivos alternos para alumnos de escasos recursos han sido tramitar una baja temporal o en su lugar, desertar de la escuela. Progreso de cultura es el grito que evoca de mi alma tricolor en donde se remplace la idea de una mente limitada a mirar la TV todos los días a toda hora inculcada en la niñez y heredada a sus generaciones, por la disciplina de las artes, el deporte y el conocimiento. Quedarnos en casa a cocinar Chiles en nogada con mamá mientras hablamos de su historia gracias a la independencia y analizar a fondo cada nuevo conocimiento escolar adquirido. Vayamos a dormir soñando con el Nautilus para despertar entonando la felicita. Estudiantes y familiares, eduquemos nuestra cultura y corazón para poder educarnos y educar, para verdaderamente progresar, para poder mantenernos y mantener a nuestra descendencia de manera digna y hacia adelante, siempre adelante. En cuanto se abran las puertas y podamos abrazarnos de nuevo, hablemos de lo que aprendimos mientras hace su sonido el brindis con tequila.
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