Acerca de la inevitabilidad y necesidad de cambio en Colombia.
Se ha convocado un paro para hoy 28 de Abril, con ello surgen preguntas como ¿El paro va a aumentar los contagios del COVID-19? ¿Deberían los ciudadanos temerles a estas manifestaciones?. Con ello, han surgido diversas opiniones que cuestionan la efectividad del paro en relación a su propósito. Así, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, pide evaluar la pertinencia del paro nacional del 28 de abril, ya que considera este “inconveniente”. Este texto busca responder a aquella pertinencia que parece haber sido olvidada, ya que parece que existe un punto en común donde todo el mundo parece estar de acuerdo con lo peligrosa que es la reforma tributaria. Por tanto, nadie quiere pagar 1300 pesos más de gasolina. El estrato 4, 5 y 6 no puede pagar más IVA por el internet y por servicios públicos. Asimismo, parece una locura la propuesta de peajes dentro de la ciudad. Se busca evidenciar como para los ciudadanos ya no es una discusión partidaria, en cambio, esta se ha convertido en una defensa por sus derechos y lo que es justo. Nadie quiere ver la ciudad destruida por las manifestaciones y nunca será el propósito del paro la anarquía en la ciudad. Pero no deja de ser insustituible la necesidad de ir a marchar pacíficamente y exigir un cambio sistemático.
Hasta cierto punto el paro no es sólo acerca de recursos y política, este se ha convertido en una propuesta para obtener verdad. Verdad en que tan honesta es esta reforma con el país y del porque ha sido inevitable llegar a esta instancia. El país, sin distinción de partidos o clases necesita saber por qué Colombia es uno de los países que más ha invertido en aviones de guerra en plena pandemia.
Aunque el tiempo del paro es el tercer pico de la pandemia, este también fue el momento en que nos presentaron la reforma. Así, que el tiempo no parece algo muy oportuno para ninguno de los partidarios. Pero, los que verdaderamente son afectados por el momento de estos eventos innegablemente son los ciudadanos del país, así que su decisión de salir a protestar nunca será irresponsable. Tanto apoye las marchas o no, es preciso entender que esto apunta una necesidad de cambio. Con ello, toda la pandemia se le ha llamado de manera despectiva a las clases bajas por pedir a su gobierno lo mínimo. Se les dice “Atenidos” a aquellos que viven del día a día y apenas pueden trabajar con las restricciones. Asimismo, el gobierno actual y los medios han vendido la idea de que ellos les dan todo a las personas en clases bajas y que ellos simplemente no lo aprecian. Sin embargo, esto es claramente falso, especialmente en un gobierno que invierte más de “9.000 millones de pesos en camiones destinados solo a la seguridad de la Presidencia de la República” (Torres, 2020). Es factible el mal manejo de recursos.
No se puede negar como ante este paro y lo que conlleva, no se ha querido cambiar la reforma, así sea a costa de esta manifestación. En otras palabras, el gobierno teniendo las herramientas para detener este paro no lo hará, y culpara a aquellos que salgan por su decisión. De cierta manera, ellos son los organizadores de este. Aunque cambiar la reforma implicaría unos procesos que solo los economistas y expertos saben, todo los ciudadanos del común vemos como hay un inmenso descaro en como no pueden siquiera admitir que esta reforma es dura, y que cambia negativamente la manera de vivir de la clase media y baja.
Es fundamental concientizar que aunque resulte inconveniente, la gente sale a marchar no por desocupe o vandalismo como pintan algunos medios, si no por necesidad. El vandalismo no es una representación de los ideales del paro y no se debería desestimar por estos la gran manifestación de gente que busca un cambio de manera pacífica. Con ello, la concientización de que hay personas que viven con 7.000 pesos al día, que no se pueden dar el lujo de pagar el IVA que propone la reforma. Asimismo, es absurdo que se describa la marcha como algo que solo es “para la gente del centro de la ciudad”, cuando todos los sindicatos y la clase media necesita también el cambio que el paro intenta.
Nadie puede asegurar que las marchas serán una solución definitiva, tampoco una sencilla. Lo único que se determina es que la necesidad como país por ello existe. En efecto, aunque el pico de la pandemia resulta un factor polémico hacia el paro, no se puede dejar de respetar la necesidad de muchos colombianos ha salir a defender su posibilidad de vivir.
Bibliografia:
Torres, G (2020). “Pese a polémica, el Gobierno defiende las camionetas”. Recuperado de: https://www.semana.com/semana-tv/semana-noticias/articulo/coronavirus-colombia-gobierno-defiende-compra-de-camionetas-blindadas/666733/.
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